miércoles, 1 de septiembre de 2010

Pensaba que...


Hoy pensaba en… si pudiera ser… el día en que fuese ordenado sacerdote, pensaba en que podría decir, sentir o pensar en aquel momento, y descubrí que la única palabra que podría pronunciar sería Gracias, un gracias que quebranta todo lo que soy, porque si algún día llego allí, sólo podrá haber sido porque Dios es fiel, porque siempre ha sido bueno… 


Dios es bueno, ese pensamiento se vino a mi hoy y entonces, pude ver cuanta bondad ha tenido Él para conmigo; Dios es bueno… a veces Él se asoma en lo subjetivo de nuestra experiencia creyente, y nos deja ver un viso, de aquello que está en su esencia, es eso, un viso que no agota el misterio que es para mi limitada capacidad, para mi imposibilidad de abarcar lo inabarcable de su ser…
 Dios es bueno, y su bondad es todo para su criatura, porque ¿qué hay en mí que le pueda ser útil a aquel que tiene en si todas las potencias, a aquel que es en acto todo cuanto yo podría llegar a ser?… nada, no necesita nada de mí, no estoy aquí porque tenga o no facilidad de expresión, no estoy aquí por mi inteligencia o mi creatividad, o lo que pueda hacer o dejar de hacer, no estoy aquí por nada que yo haya hecho o merecido de alguna manera… Dios no necesita de ninguna de estas miserias que a veces en mi ceguera he considerado lo fundamental de mi vida ¿Qué quieres entonces Señor de mi? Porque aún cuando no puedo darte nada, se espera mucho de mí, y si no me llamas por lo que tengo o puedo, entonces ¿Qué quieres de mi?...
Humildad, la humildad de quien sabe que es nada, incapaz de ser por sí aquello que su corazón anhela, capaz de destruir en un segundo la obra de tus manos, la humildad de estar ante ti vacío, totalmente vacío, para ser llenado completamente por ti, eso quieres de mi, nada y una humildad que lo es todo, quieres que ocupe mi lugar que es el más miserable y el más alto que cualquier creatura pueda desear, el lugar de ser objeto de tu amor, el tenerte a ti mi Dios por mendigo de mi amor por ti, el estar envuelto en medio de tus cuerdas de ternura que no son otra cosa que el amor infinito con el que me rodeas, y cuando digo me rodeas, me refiero entonces a que eres Todo cuanto me circunda y está fuera de mi, pero entonces también debo decir me llenas, porque no hay nada más intimo de mí que tú mismo, porque mi ser sólo es posible dentro de tu ser, y no hay nada que pueda darse fuera de ti que eres el infinito mismo…


¿Cómo podré pagar tu amor para conmigo? Nunca podría y veo entonces que todo es Gracia, y descubro porque me gusta tanto la figura de aquella mujer postrada a tus pies, bañándotelos con sus lagrimas y secándolos con sus cabellos; quizás porque en ella descubro algo de mí mismo, tu infinita misericordia para conmigo, tu amor que ha estado siempre ahí, aún cuando más lejos me encontraba, tu fe en mi a pesar de que yo mismo a veces he dudado de que valga la pena… por eso quiero estar así, como ella, en tu presencia y a tus pies, sin decir nada, sin pedir nada, solo estar ahí, contigo…
A veces Dios nos deja ver un viso de su esencia, quizás nada nuevo para el mundo, quizás algo que ya ha sido dicho por otros; pero no es lo mismo ver que leer, y un viso es a veces todo lo que se necesita para no detenerse, para seguir en la esperanza de la certeza de lo que está ya allí y habrá de estar en mayor plenitud… un día…

3 comentarios:

  1. con la fe tan grande q muestras... estoy segura de que vas a lograr tu meta... y sé q en el fondo tu también estás seguro de q lo vas a lograr

    ResponderEliminar
  2. Y ahora qué dices, cuando estás a tan pocos días de lograrlo?

    ResponderEliminar
  3. Guauuu, me hiciste recordar este escrito jaja, creo que no ha cambiado mucho lo que pienso y siento, te darás cuenta en las palabras de la primera eucaristía el domigo, si así el Señor no lo concede...

    ResponderEliminar