martes, 12 de mayo de 2009

Del pasamanos y otras memorias


Hace años que no subo a un pasamanos, era tan usual en la infancia, mas ahora aquella sensación de vacío, la ansiedad de no saber si tus fuerzas te van a alcanzar para llegar al otro extremo y el reto de balancearte con todo el cuerpo buscando llegar al otro lado en un solo respirar, son todas ellas cosas que apenas si conforman en mi un vago recuerdo… recuerdo que parece revivir cuando desprevenido, en algún parque, te encuentras con algún niño que, igual a como lo hacías hace años, trata de cruzar en compañía de su padre quien, mientras lo anima, lo sigue con sus brazos a una distancia prudente dispuesto a agarrarlo fuerte en caso de que sus manitos sedan… es curioso, pero en el rostro del niño a punto de caer, en esa pequeña angustia que produce el sentir que tus manos se deslizan y que vas para el suelo, encuentro el reflejo de muchos de mis días, de diversos momentos en la vida en los que he sentido que lucho pero que hay algo más por encima de mis fuerzas que parece imponerse y que se hace inevitable; son quizás esos momentos los que me han enseñado a las malas que no soy omnipotente, que no soy la clase de superhéroe que quisiera ser, aquel tipo invulnerable que tiene todo bajo control y que puede por si mismo sacar lo que quiera y como quiera adelante, ese que ha sido siempre la medida de las cosas, en quien siempre ha estado el decir si o no a pesar de los precios que esto traiga, aquella liebre que corre una carrera de tortugas y por eso duerme en varias partes del camino llevado por su excesiva confianza…


Y aquel padre, que sin coger de inmediato al niño entre sus brazos lo anima a que se suelte con confianza, sabiendo que estará pronto a recogerlo, diciéndole “vamos, suéltate” pero por alguna extraña razón, quizás por un natural instinto de supervivencia, las primeras veces le cuestan demasiado al niño, que sufre en la angustia de no soltarse… y aquel padre quizás es lo más parecido al Dios en el que creo, al Dios de mi vida, incapaz de dejar que su hijo se haga daño, pero necesitado de la libertad de los actos humanos que optando por soltar las mil y un seguridades conduzcan al arrojo en sus brazos, en medio de la sonrisa confiada propia del creyente… y aquel salto, ese soltarse en brazos de papá, eso es quizás para mi la fe, un salto en el vacío, pero no un salto ciego, porque si conoces bien a papá y estás seguro de su amor por ti, entonces sabes que será incapaz de dejar que algo malo te pase y así en este ejercicio racional, sobre la base de un amor que trasciende la razón tocando la propia vida, eres capaz de optar por saltar, a pesar del vértigo, a pesar del miedo, a pesar de todo… quizás se trate sólo de una pequeña analogía, pero es para mi la clave que descifra mucho momentos de esta relación con Aquel que me trasciende… quizás mis palabras hagan de este soliloquio más un diario espiritual que el desfogue de mis líricas y creativas líneas que aman construir historias y rozar un poco en poesía… pero es que mi corazón se mueve por aquí y mis letras parecen querer centrarse por completo en aquello que me embarga…

7 comentarios:

  1. OSCAR ENTIENDO PERFECTAMENTE TU SENTIR..ME SIENTO IDENTIFICADA CON TUS PALABRASPERO¿SABES?LAS MALAS EXPERIENCIAS ME HAN ENSEÑADO A SEGUIR ADELANTE ,SIEMPRE CON LA SONRISA EN LOS LABIOS .A MIRARA LO BUENO EN LO MALO ..A SER SIMPLEMENTE O.
    BESOS A TU ALMA.MJ

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  2. Que decir , que no hayas dicho, nunca me lo había planteado de esta manera , pero el fin es el mismo, y estoy contigo, hasta en que a veces el corazón es el que habla, a un que tu no quieras.
    Petonets amigo

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  3. OSCAR.COMO TE DIJE NOTO EN TUS PALABRAS UN TONO DE TORMENTO.EN MI PERFIL TENGO MI EMAIL,SI QUIERES ME ENVIAS UN CORREO Y HABLAMOS.BESOS.

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  4. La lucha encarnizada que te habita, no te deja soltarte al vacío...
    Confías, pero hay algo que te reprime,te asfixia, te coharta...
    Y no es para menos.
    Somos humanos, débiles, cansados e inciertos.Quisiéramos ser mucho más, pero no damos para tanto.
    Y tus dudas te hacen más humano si cabe, pero eso no ha de ser lastre alguno para saberte esencial, indispensable y util.
    No desesperes, la clarividencia ante el futuro ignorado no la poseemos,pero sí la autoestima, el valor, la decisión...
    Todo eso, son cualidades que tienes y te harán seguir adelante,siempre adelante y con buen paso.
    Un beso grande.

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  5. Es cierto que al lanzarse en los brazos del padre, el te sujetarà y te dará la confianza para que no temas. Pero, el ahora esperara que puedas pasar el pasamanos, porque ya sabes que el esta ahí si de nuevo vuelven a resvalarse los dedos.

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  6. CREO QUE LA FE, ES UN MOTOR , QUE TIENE MUCHA FUERZA , PERO TAMBIEN ENTIENDO, QUE EN LA VIDA A VECES DEBEMOS ARRIESGARNOS Y PASAR POR LA DECISION DE SALTAR, A PESAR DE QUE NOS PODEMOS CAER, SIEMPRE SERA UN INTENTO MAS, Y LA POSILIBIDAD DE LEVANTARNOS, QUIZAS, NO LO VEMOS PERO , HABRA ALGO, QUE NOS SOSTENDRA, COMO ESE PADRE A SU HIJO, PERO PARA ESO, NO DEBEMOS PERDER LA FE NUNCA¡¡¡¡
    UN BESO¡

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  7. tambien he tenido esa sensación de estar protegida, aunque sienta miedo por caer.
    Y amaba los pasamanos cuando niña
    besitos

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