Aquí estoy Señor, aquí estoy… sigo aquí a tu lado, diciéndote aquí estoy… no sé cómo explicar este estar aquí a pesar de mi… jamás pensé estar así… me invaden las lágrimas al sentir que aún hoy, en esta parte del camino, puedo decirte como al empezar, aquí estoy… me asombra ver que este que suele ser la medida de todas las cosas, el orgulloso que se cree siempre un poco más, te diga hoy, a pesar de todo, aquí estoy… Aquí estoy, no puedo decir otra cosa, aquí estoy para ti ¿Qué quieres de mi?... extraña locura es esta y no pretendo que nadie la comprenda, sólo sé que es grande estar aquí dependiendo en todo de ti; quieto a pesar de mis antiguas ganas de correr, sereno a pesar de la fuerza que llevo dentro y que me invita a contestar, a patalear un poco, a correr lejos de aquí…Aquí estoy y no se explicar el que así sea, se trata de una nublada certeza, de una fuerte e incesante voz que me invita a caminar, a confiar, a seguir… una paz que llega tras la escucha, como si supieras que todo va estar bien, que todo está bien… Aquí estoy y estas dos palabras tienen un desbordante sentido, porque son las mismas que pronunció para ti mi corazón en aquel momento en el que decidí dejarlo todo y seguirte… hoy estoy aquí tan lejos de ese momento primero, con el recorrido de lo alegre y duro del camino, con más años encima de los que tenía entonces, más maduro, menos eufórico y aún así igual o más enamorado de ti y entonces mi corazón sólo te grita aquí estoy, de nuevo igual que ayer, aquí estoy.





Hoy quiero protestar, quiero decir que no estoy de acuerdo, que me indignan este tipo de visiones, y que lamento que esa sea la mentalidad de muchos, aunque tengo que afirmar que por fortuna no es la de todos…



