domingo, 8 de febrero de 2009

Campo de batalla...

Un campo de batalla, en eso parezco haberme convertido, en el lugar en el que luchan fuerzas contrarias que me abaten entre esperanza y desilusión, entre fe y desconfianza, entre alegría y tristeza, entre fuerza y mortal debilidad… batallas, en ellas siempre es preferible el papel del guerrero que blande su espada y no el de la arena que recibe pasiva los golpes de la lucha y observa silenciosa como la sangre se derrama… batallas, inevitables batallas, no aquellas que la historia lee ahora con ojos de barbarie, sino las que se desarrollan en el interior del hombre, esas que destruyen desde dentro o te fortalecen para seguir adelante…

5 comentarios:

  1. Tantas batallas luchamos, queriendo y sin querer...
    Y aunque algunas te destrocen siempre nos hacen más fuertes... toma las riendas, se el guerrero y no la arena.
    Un beso

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  2. MI QUERIDO JAVIER..ASI LLEVO CASI CINCO AÑOS LUCHANDO EN MI INTERIOR,LA LOCURA Y LA CORDURA.AFORTUNADAMENTE Y TRAS MUCHAS BATALLAS ALGUNA CASI ME COSTO LAS VIDA..AQUI ESTOY EN PIE Y CON LA ESPADA EN ALTO,PARA SEGUIR DE NUEVO DISPUESTA A LA LUCHA.SI ALGUN DIA VES ALGUNA ENTRAD "RARA"ES PORQUE TENGO ESOS DIAS DE LUCHA INTERIOR.
    ANIMATE Y NO OLVIDES SER GUERRERO COMO YO.
    ME GUSTARIA DEJARTE MI DIRECCION ,PERO NO ME PARECE ESTE EL MEDIO MAS APROPIADA.
    A VER SI SE NOS OCURRE ALGUNA MANERA.
    BESOS Y ANIMO.SHERE

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  3. batallas como esas son las mas amargas y a veces las mas largas.....afortunadamente tambien su triunfo es el mas dulce!
    un saludo,

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  4. Nayuribe, claro que si, hay que ser el guerrero, siempre he creido que lo mejor es morir luchando sin importar si vences o te derrotan, pero luchando..

    Shere... pues nos acompañamos en esa lucha, también suelo tener dias fuertes de eso que tu llamas lucha interior...


    Gracias Patricia por tu visita...

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  5. Las batallas de la vida nos exigen sacar valentía de donde creemos que no la hay. Ciertamente se necesita más valentía para vivir, que para morir. El gran dolor viene de descubrir que algunas veces las batallas que hemos vivido solo han sido porque hemos metido la cabeza en el vaso de agua y perdimos la perspectiva.
    Pero también cuando han sido muchas las estrelladas y ya no queremos levantar la cabeza, aunque sepamos todo lo anterior.

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