Estás, esa es mi única certeza, estás; y no imaginas la alegría inmensa de saber que estás aquí conmigo; estás y no condicionas tu estar a la medida de mi estar en ti, porque si así fuera, entonces no estarías aquí conmigo y yo no podría más que desesperar o vivir vacio buscando aquello que sin ti tan sólo puede producirme hastío… estás, y yo no sé estar contigo, porque aún cuando digo que te amo, prefiero aquellas cosas que en realidad no amo pero que deseándolas me apartan de ti, y entonces no se estar, porque cuando creo estar en realidad no estoy, estoy sin estar, porque tú estás y yo quiero estar, mas mis anhelos se van en anhelar, mientras mi vida parece buscar estar lejos de ti… pero estás y no comprendo este tu estar en medio de mi no saber estar, porque si de mí se tratase ya me habría cansado de estar sin que tú no estuvieras, más tú estás y me duele verte estar, porque ni siquiera me reprochas este mi no saber estar contigo, sino que simplemente estás, y así yo veo tu tierno estar junto a mí y en contraste mi no saber estar junto a ti, y quisiera gritarte mi dolor por no saber estar contigo, pero no puedo, porque sé que este no saber estar mío es obra de mi voluntad que no sabe quererte y anhelarte sólo a ti y se encamina a aquello que me aleja de ti, aún cuando tú no te alejas de mi… reconozco con ello que soy responsable de mi no estar y tengo que admitir que jamás podre estar de la manera como tú estás conmigo; y así parezco condenado a estar lejos de ti, más no es real mi condena porque en realidad tu estas aquí y yo sólo puedo estar en la calidez de tu estar conmigo y darte gracias por estar en medio de mi no saber estar.
