Mi espada

Quisiera luchar contigo, o mejor por ti… saber que tus heridas son las mías y que mi dolor mengua el tuyo… quisiera hacer mías tus luchas y tomar tu lugar en el campo de batalla, sabría que todo depende de mi y no estaría aquí viéndote luchar sin poder hacer nada, en la impotencia de los que tan sólo pueden observar… pero la vida es así, tan propia, y nuestras luchas siempre exigirán nuestra presencia, aún cuando muchos puedan estar cerca, la espada es nuestra y el blandirla algo inherente a nuestro ser, a este estar sin estar, a la sangre que llevamos dentro… quisiera luchar por ti, pero no puedo, y entonces caigo de rodillas en la arena mientras con el corazón te veo y cierro mis ojos para contemplar al Testigo de mis luchas y tus luchas, a Aquel en quien creo y por quien blando mi espada… y mi oración es todo lo que tengo, la empuñadura de mi fe sostiene su filoso metal, es su fuerza lo que me trajo hasta aquí, y es todo lo que te puedo entregar… quizás es esta alma de guerrero lo que me hace comprenderte… y esta amistad lo que me mueve a entregarte esta mi espada…