lunes, 24 de agosto de 2009

UNA PARÁBOLA...

Voy a contar una historia, la de un hombre que tenía mucho dinero y pasaba la vida preocupándose por como invertirlo, por ver como se le escapaba de sus manos mientras aumentaba el temor de malgastarlo. Era un hombre que vivía en medio de la angustia de lo finito de su caudal, un hombre que vivía ansioso preocupándose por todo cuanto pasaba, los altibajos del mercado, la depreciación, el bajonazo del dólar, todo le preocupaba. Un día conoció a alguien, quizás el más grande negociante de cuantos han existido, sus manos eran como las de el rey Midas y todo cuanto tocaba se convertía en oro. Ese alguien le propuso a aquel hombre administrar su fortuna, prometiéndole una utilidad del ciento por uno. Aquel hombre al principio tuvo miedo, lucho por seguir adelante solo, hasta que un día le entregó todo a ese alguien y entonces descanso; ya no tubo que preocuparse de las fluctuaciones del mercado, de la caída del dólar, de la depreciación o de cualquier otra cosa, dejó de ser aquel tipo ansioso preocupado de su porvenir y simplemente se dedicó a vivir y a amar aquello que hacia…


Ese hombre soy yo, el dinero simboliza mi vida y el alguien… es Dios.

martes, 11 de agosto de 2009

FE...



FE, destino de mis callejones sin salida, cura de mis ansias rotas, fuerza de lo débil de la mía, luz que ciega mis oscuras penumbras, aliento que me embarga cuando desfallezco… FE, opción libre de mi razón que todo lo escruta y se siente pequeña en medio de los limites infranqueables de mi existencia… FE, Don que se me da y que no puedo desligar de mi mirada, de lo que soy, de lo que vivo… FE, en ti me arrojo como un niño, porque eres todo lo que tengo, FE.